SOBRE MÍ
Me llamo Mari Luz y estudié odontología. Escogí odontología porque buscaba una profesión de salud, con la que ayudar de forma cercana a mi entorno, en constante evolución, donde se integrase mi trabajo con el de otros especialistas y nunca dejase de aprender.
¡Y vaya si ha sido así! No he parado de formarme desde que comencé hace ya unos cuantos años, allá por el 1998. Primero en áreas específicas de salud puramente orofacial. Hice varios másteres y postgrados y luego, a raíz de buscar ayudar a mis pacientes, y a mí misma, me he ido interasando y estudiando otras áreas de salud más integrales. El camino no acaba nunca y más cuando lo disfrutas tanto.
Me defino como una odontóloga integrativa, un poco atípica.
Me formé en nutrición
clínica, en inflamación crónica, posteriormente en coaching y neurociencias y
finalmente, y sólo por ahora, en psiconeuroinmunología clínica, la PNI.
Hace bastantes años empecé a interesarme por la alimentación y el estilo de vida como
causa de enfermedades y también como una posible solución para mantener la salud o
mejorarla una vez perdida.
La PNIc tiene que ver con la nutrición, sí, pero también es volver a los orígenes de la medicina, la fisiología, la bioquímica, la fsiopatología y la evolución. Es medicina del estilo de vida. Orientada y comprometida en la solución y no en la causa. Es darle herramientas al paciente para que sea el responsable de su propia salud. Es también un arte, una manera de enfocar la salud, los caminos que nos llevan a la enfermedad y la vida.
Precisamente de darle herramientas al paciente, va este trabajo, de hacerlo partícipe y responsable de su salud. De empoderarlo. De contar con él como parte imprescindible de la solución.
Os dejo la definición de la OMS del concepto de empoderamiento del paciente.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), define empoderamiento del paciente como un “proceso mediante el cual las personas adquieren un mayor control sobre las decisiones y acciones que afectan su salud. Para ello, los individuos y las comunidades necesitan desarrollar habilidades, tener acceso a la información y a los recursos, y la oportunidad de participar e influir en los factores que afectan su salud y bienestar”. La OMS afirma que mediante el empoderamiento del paciente se puede mejorar considerablemente la calidad de la atención de la salud.
