¿Qué es la Psico-Neuro-Inmunología (PNI) clínica?
Esta palabra tan larga y complicada es un sinónimo de medicina evolutiva y de integración. En ciencias de la salud se estudia: ¨El hombre y la mujer son seres biopsicosociales¨. Básicamente y en esencia, a eso se refiere el término PNIc. Es una filosofía de tratamiento.
En la PNIc se utiliza la fisiología y la patología a nivel integrativo y global, es decir, de todo el cuerpo, conociendo la interacción entre los diferentes órganos y sistemas, para ayudar al paciente a resolver su problema de salud o mejorar la misma.

Es una filosofía de tratamiento: tu fisio puede trabajar bajo la PNIc, tu psicólogo, tu médico, tu odontóloga, tu preparador físico, la farmacéutica, tu enfermera… Bajo el nombre de PNI clínica se contempla todo aquello que pueda ayudarte a mejorar tu salud, que tenga una base científica, y sobre todo, que sea un abordaje integral, siempre dentro del marco de experiencia y conocimiento del profesional de la salud al que estás acudiendo.
 

La PNIc puede aplicarse tanto a nivel terapéutico, es decir, desde un profesional a un paciente; como a nivel personal por alguien que quiera mejorar su salud. Consta de una serie de pilares básicos (no tienen porqué aplicarse siempre tod@s a la vez, aunque lo ideal sería que así fuera) que son:


 

Uff, ¡qué de cosas!

¿Y cómo sabemos los terapeutas lo que le hace falta al paciente?

El proceso de diagnóstico en una consulta bajo la filosofía de la PNI clínica se realiza mediante lo que se denomina en términos sanitarios, anamnesis. Es básicamente una entrevista entre el terapeuta y el paciente en la que se investigan los síntomas que padece, y se trata de buscar el origen de los mismos para poder abordarlos.

El objetivo es empoderar al paciente en su camino a la salud.

Pues eso: el objetivo de las consulta de PNIc es conseguir que el paciente sea dueño de su salud. Algo muy importante que también es parte de la consulta, es que el paciente conozca las causas y/o el camino que le ha llevado a estar donde está hoy, y cómo puede salir de esa espiral que le ha llevado a los síntomas que presenta, mediante un cambio consciente en su estilo de vida. Esto lo conseguirá mediante la instauración de nuevos hábitos, en todas las esferas de su vida donde sea posible, y siempre de manera gradual mediante el diálogo con el terapeuta y la empatía del mismo. Para ello, es muy importante el deep learning, es decir, el aprendizaje profundo del paciente de lo que le ha llevado hasta el punto en que se encuentra y cómo salir de él.

¿Y cada cuánto voy a consulta?

La salud es un estado dinámico. El camino del terapeuta con el paciente, a modo inicial, puede durar un tiempo ‘X’, hasta que se resuelve lo que a mí me gusta denominar ‘motivo de consulta’, que es la primera pregunta que le hago a los pacientes. La respuesta puede ser ‘porque quiero mejorar mis síntomas digestivos’. Entonces, tras la anamnesis, diagnóstico y deep learning al paciente, l@ acompañaremos, generalmente con revisiones cada 4-8 semanas, en función del paciente, e iremos marcando objetivos a corto, medio y largo plazo, para permitir al alcanzar la salud o la mejora de la misma de manera progresiva. La periodicidad de la consulta tiene una doble función: la de seguimiento y revisión del tratamiento y objetivos, así como de su efectividad; y la de fidelización del paciente, para que pregunte dudas, se resuelvan, y elaboremos juntos de nuevas pautas acordes a los nuevos objetivos.

¿Y tengo que estar yendo al terapeuta toda la vida?

Pues como te he comentado, la salud es dinámica. Una vez solucionado el motivo de consulta y recibido el alta, la persona puede, o bien, no volver nunca más, o volver en ‘x’ tiempo porque aparezca otro problema. Como he comentado al principio, somos seres bio-psico-sociales, y existen un gran número de factores que afectan a nuestra salud, en todas y cada una de estas esferas. El objetivo de la PNI clínica, como concepto de salud, es conocer la influencia de cada un@ de ellas en nuestra vida, y, poder actuar sobre las mismas con todas las herramientas de las que disponemos a nuestro alcance: alimentación, suplementación, deporte, yoga, ayunos, low-carb, cetogénica, meditación, mindfulness, contacto social, distanciamiento social de personas tóxicas, retirada de disruptores endocrinos…y un largo etcétera y abanico de combinaciones, que hacen de esta disciplina, basada en la salud natural y la evidencia científica, un camino infinito y apasionante.