La PNIc puede aplicarse tanto a nivel terapéutico, es decir, desde un
profesional a un paciente; como a nivel personal por alguien que quiera mejorar
su salud. Consta de una serie de pilares básicos (no tienen porqué aplicarse
siempre tod@s a la vez, aunque lo ideal sería que así fuera) que son:
1. Intervención nutricional o alimenticia para regular la inflamación del
cuerpo y aportar los elementos necesarios para su reparación, tomando
el intestino como órgano básico de comunicación con el exterior y
sistema inmune, así como de procesado y desintoxicación de los
alimentos, junto con el sistema páncreas-hígado.
2 . Intervención a nivel de suplementación, siempre en dosis terapéuticas,
que en la mayoría de ocasiones superan las recomendaciones del
fabricante de productos naturales, pero que están basadas siempre en
evidencia científica. Esta parte incluye la famosa fitoterapia, con
fármacos tan conocidos como la curcuma longa (con su principio activo,
la curcumina); así como productos de medicina ortomolecular, como el
archiconocido omega 3 (EPA+DHA sobre todo), vitamina D3, la
indispensable vitamina C o las famosas enzimas digestivas.
3. Biorritmo, como regulador principal a nivel hormonal: horas de sueño,
producción de melatonia, hábitos antes de irse a dormir, exposición a luz
natural, horario fisiológico de las comidas, o los famosos ayunos.
4. Ejercicio físico y/o movimiento, como parte fundamental del estilo de
vida del homo sapiens sapiens, y como base de una vida saludable.
Siempre adaptado a la persona, a sus necesidades, a la ciencia que lo
avale para ayudar a sus síntomas y/o patología. Por ejemplo, para una
persona con los problemas menstruales que hemos comentado, y
deportista, que haga, por ejemplo, cross fit, 4 veces por semana, una
intervención de este tipo podría ser el caminar por el parque, campo… 2-
3 veces por semana, para regular niveles de cortisol, mientras que para
una persona completamente sedentaria, con, por ejemplo, un
diagnóstico de artritis reumatoide, otra intervención podría ser comenzar
con un ejercicio global, suave, como apuntarse al gimnasio y un paseo
por la mañana en ayunas sacando al perrito (si lo tiene), para luego
desayunar.
5. Meditación, mindfulness, e intervención en la esfera psico-emocional; es
decir, técnicas de gestión de estrés, desarrollo personal, búsqueda de
motivación,… que ayuden al paciente a regular el sistema
inmune/sistemas hormonales implicados en su patología.
6. Terapia manual, psicoterapia, intervenciones farmacéuticas… No
olvidemos la profesión que tenemos. El fisioterapeuta utilizará la terapia
manual siempre que considere que sea necesario; el psicólogo las
técnicas de psicoterapia que conozca y puedan ayudar al paciente; el
médico los fármacos o técnicas que considere oportunas… pero siempre
desde la integración, la evidencia científica y el conocimiento de la
fisiología del paciente.